Parranda y Creencias
I am the cumbia.
I’m not your sister anymore.
La luz de vela enciende el espacio. El color rojo remite a Gauchito Gil.
Intriga de lo que sucederá y “epifanía de un rapto”.
They are rancheritos.
La revelación de un secuestro nos mantiene alertas. Una particular manera de hablar retrotrae a la provincia de Buenos Aires.
Se unen el grotesco, el absurdo y el melodrama, en una puesta que da qué hablar.
Comienza un paradójico desafío de Parrandera’s: escenas que involucran la violencia.
Ellos entienden la parranda.
La mirada al horizonte nos muestra a quien el “pueblo” considera Dios; la mujer en su más cautivante imagen: Helena o Raquel. La han secuestrado y ahí la tienen. Pero… ¿es que está ahí porque quiere? La paradoja se hace mayor cuando quien habla inglés no es efectivamente lo que parece ser.
Benefactora de los débiles, de los pobres espíritus…
Aquellos hombres están sesgados por el fanatismo.
Parrandera’s pone en tela de juicio el pintoresco encuentro entre ideologías diversas. Allí donde lo contradictorio se vuelve rico e interesante; el poder de la ambigüedad en el arte es imbatible y bien lo sabe Laura Correa, autora y directora de este espectáculo que transcurre los sábados en Teatro Polonia.
En el espacio hay una clara escisión que marca una diagonal: el frente y el fondo, lo visible y lo oculto. El código se construye a través de los cuerpos que nos sumergen en este mundo particular, un mundo que puede resultar extraño pero que está ahí, más cerca de lo que creemos. Gastón Chamorro, Ariel Mele, Omar Possemato, Hernán Roitman y Lydia Stevens construyen una realidad alternativa donde podemos ver reflejadas las mayores contradicciones de nuestro mundo cotidiano. Y el humor aparece, pero siempre en función de lo que se cuenta, poniendo en juego determinados estereotipos a los que critica arduamente.
Las transiciones están determinadas por cambios de luces, a cargo de Lucia Feijoó e intervención del diseño sonoro y/o musical de Juan Zuberman, generando climas diversos que promueven el tránsito hacia el final de la obra, donde las situaciones adquieren mayor tensión.
Me voy a hacer un fernet.
Un show musical provoca risas en el público y también genera mayor expectativa. Es la imagen del show de cumbia, donde las luces y el humo comienzan a modificar el espacio. ¿De qué manera se incluye al público? En Parrandera’s no cabe duda: el público participa de un acontecimiento por demás conocido, aquél donde la cumbia es protagonista, donde los aplausos surgen solos y no es necesario pedirlos.
Porque Parrandera’s es también comedia de lo falso, de lo ridículo: un suceso casual puede ser considerado milagroso; la imagen de la mujer se idealiza y adquiere una connotación religiosa y por demás mística.
Se acabaron los guapos. Hoy la tragedia es diferente. Pero los dioses son los mismos. En una posible crítica a la religión y a las creencias subjetivas, donde las sombras escuchan y las imágenes conocidas se vuelven gag, donde el fanatismo se vuelve absurdo Parrandera’s es el riesgo constante en la escena, porque hace aparecer lo nuevo sin dejar de lado el drama, en su estado más puro.
Micky Gaudino.
Ficha técnica y artística
Dramaturgia y Dirección: Laura Correa
Actúan: Gastón Chamorro, Ariel Mele, Omar Possemato, Hernán Roitman, Lydia Stevens
Vestuario y Escenografía: Sol Soto
Diseño de luces: Lucia Feijoó
Realización de escenografia: Alfredo Cavilla
Música original: Juan Zuberman
Diseño gráfico: Facundo Lopez Fraga
Asistencia de dirección: Facundo Lopez fraga
Producción ejecutiva: Juan Mako