El código entre dos mundos
Los grandes autores del teatro nos enfrentan y nos obligan a meternos con lo que no se dice, con aquellos temas que antes, como ahora, se disfrazan para disimular las apariencias.
La primera pregunta que aparece es: ¿Cómo apropiarnos de un texto tan añejo como habitado en el ámbito teatral? Código Tartufo es, como su nombre lo indica, una alternativa para volver a darle cuerpo a semejante historia. En sus miles de acepciones y lecturas, Molière sigue dando en la tecla: en El Kafka, el espacio se abre para dar lugar a algunos paneles de luz, un par de sillas y la inspiradora proyección; el sonido de una flauta y el que actor que aparece...
Vemos en escena, entonces, un conjunto de arquetipos a los que la Comedia del Arte nos tiene acostumbrados (dulce placer de la identificación) y la presentación de los personajes nos sumerge en un código relativamente extraño. Baile, "máscaras", "mentiras". Los movimientos coreografiados en el espacio son fieles al formato y la estética del musical.
Los intérpretes: Ariel Osiris, María Laura León, Belén Fernández Díaz, Mauricio Méndez, Julia Azar, Agostina Botta y David Señoran, dirigidos por éste último, abordan y construyen una dinámica de escenas que recorren dos mundos diversos:: el del personaje, el del actor. Algunos guiños al espectador/actor y al conocedor de teatro, nos sumergen en una historia bastante compleja, en tanto no desarrolla demasiado ni el rebuscado mundo de Molière ni el nuestro (aquel que se consume en la política y la religión). Ambos mundos dialogan en Código Tartufo, cuestionan, interrogan: un universo de expresiones amplias y movimientos precisos y el otro, instalado en cierta cotidianeidad se fusionarán en un juego fuertemente atractivo al espectador.
David Señoran ha trabajado, desde la dirección, el diseño de circuitos en el espacio, donde ningún lugar queda sin habitarse, donde los personajes se persiguen unos a otros, dentro del código de parodia propio de la comicidad.
Vestuario (Federico Casalinovo), maquillaje (Lucerito Joss), escenografía (Edgardo Aguilar) e iluminación (David Seiras), se combinan de manera óptima para crear ambos mundos, esos que confluyen y confunden, aún con la entrada del último personaje: el que trae realidad, tierra, deseos y convicciones y rompe al menos por momentos con la magia previa de la escena.
La máscara "a público" y la auto-referencia del Teatro son algunos de los recursos que Señorán y elenco utilizan: ¿Qué lugar tiene el drama en la comedia? Código Tartufo es una de las tantas creaciones que se lo pregunta. Allí donde acude el personaje al actor. Le acude y le sacude, al punto de extorsionarlo por momentos.
Cuando creamos que "estamos solos con nuestra revolución...", allí resurgirá el Teatro, para exponernos, para re-pensarnos.
Micaela Gaudino.
Intérpretes: María Laura León, Ariel Osiris, Mauricio Méndez, David Señoran, Julia Azar, Belén Fernández Díaz, Agostina Botta
Dirección: David Señoran
Música: Federico Casalinuovo, Sergio Postigo
Escenografía: Edgardo Aguilar
Maquillaje: Lucerito Joss.
Iluminación: David Seiras.
Adaptación: Merceditas Elordi
Dramaturgia: Merceditas Elordi